La esgrima está considerada como un
deporte de origen español. En los Juegos del Mediterráneo, se disputan las tres
armas: espada, florete y sable en su modalidad individual, tanto en categoría
masculina como en categoría femenina. Hay que señalar que en más de una ocasión
no se ha disputado algún arma porque el número de tiradores/as inscritos era escaso o el
número de países participantes era insuficiente.
Los italianos y los franceses son los dominadores
indiscutibles de esta disciplina, aunque en los últimos años hay países que
están apostando fuerte por este deporte como son los tunecinos o los egipcios.
El nivel de España está aún por debajo de
las grandes potencias, aunque se está haciendo un gran trabajo por intentar
conseguir buenos resultados.
En los Juegos Mediterráneos de Almería
2005, España consiguió tres medallas de bronce: en espada (José Luis Abajo), en
florete (Javier Menéndez) y en sable (Jorge Pina). En Pescara
2009, la esgrima española se fue de vacío pero volvió otra vez a la senda de
las medallas cuatro años después, en Mersin 2013, donde cosechó dos bronces: uno en
espada, de nuevo a cargo de José Luís Abajo (hasta el momento único español en
conseguir una medalla olímpica en este deporte) y otro en sable (Fernando
Casares).
Próximo artículo deportivo: TIRO CON ARCO.
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